Editorial
Escuchamos frecuentemente en los noticieros o en la prensa, sobre tal o cual país que está viviendo sus horas decisivas… Nada más lejos de la realidad ni más incierto. Se sabe que un cambio de gobernantes puede significar un cambio en la vida de los ciudadanos; pero no hay que exagerar. De hecho, todo ser humano vive horas decisivas desde su concepción hasta la natural o no natural consumación de sus días. Cada momento de una persona o un país puede ser decisivo, pero no de modo alarmante, que parece que cada vez que votamos en las urnas va a haber un antes y un después.
Pues ciertamente, queridos amigos, lo mismo ocurre con lo de traspasar la frontera de un año a otro. Simplemente, no pasa nada. A lo mejor, alguien se quemó con un petardo, algunos con una copa de más tirados en la calle, pero de trascendental, nada de nada. Por ello, las extravagancias y excesos del pueblo llano en las fechas señaladas, fueron cristianizados por la Iglesia (en vez de solsticio de invierno, Navidad, o en vez de solsticio de verano, San Juan, etc.). De esta manera, el cristiano asume “cristianamente” toda fecha en el calendario. Ya que la vida y la lucha no cambian, y es hasta el final.
¡¡ Feliz Año Nuevo 2018 !!